El desarrollo del bebé comienza en torno a la motricidad. Todos los movimientos son para relacionarse con el mundo que le rodea, ya sea para comunicarse o para desplazar su cuerpo o el de algún objeto. La importancia del movimiento es tal que no alcanzar hitos normativos pueden alertarnos de que algo no está yendo bien.
¿Pero qué pasa cuando todo va bien y somos lxs adultxs lxs que cohibimos el desarrollo de la motricidad de los peques? “No se toca” “no se sube” “no lo cojas”