Hay algo que sucede cuando las familias vienen a probar una sesión o taller de música con bebés. Por mucho que lo explico al principio de las sesiones, parece que no cala el mensaje. Solo sucede de vez en cuando, pero sigue sucediendo. La sesión de prueba no ha cuajado. Y con tristeza pierdo a una posible familia beneficiaria de mis sesiones porque erróneamente se ha concluido con que «mi hijo no ha conectado». ¿Cuál es la realidad detrás de esa afirmación?Continúa Leyendo