Acompañar el desarrollo del bebé
Cuando decidí embarcarme en el mundo de lo perinatal me fasciné por todo el espectro de la estimulación temprana. En aquel entonces todavía no era madre y creía firmemente que cualquier cosa que facilite el desarrollo de lxs niñxs. Me era lógico pensar que es mejor que un bebé gatee a los 6 meses en vez de a los 8 o que ande a los 12 en vez de a los 14 meses… Si utilizando la música podía favorecer ese hito sentía que aplicaba bien el recurso.
Esa era mi idea antes de ser madre. Antes de conocer la historia de María Montessori o Emmi Pickler o de Rebeca Wild. Mujeres que creían fielmente en el desarrollo natural de lxs niñxs, sin forzar. Proponían que en lugar de estimular al niñx para que hiciera cosas que el adulto quería que aprendiera, se pusiera a su disposición un ambiente preparado para descubrir lo que corresponde a las necesidades de su desarrollo.
Verbos como «estimular» «facilitar» «favorecer» siguen siendo muy pesados en mi repertorio aunque trato de corregirlo, con el tiempo, con la experiencia. Sobre todo con la experiencia de ser madre, donde viví en primera persona la poca necesidad de «estimular» cada paso de mi hija. Entendí que solo necesitaba que estuviera presente acompañándola.
Y con cada intervención que he hecho, en cada sesión con las decenas de niñxs que han pasado por mis talleres, procuro transmitir esa naturalidad y esa verdadera necesidad que tienen lxs niñxs de ahora. Los que necesitan a sus padres al 100% y que estar presentes es más que compartir el mismo espacio.
Los principios de Montessori, Pickler y Wild que me cambiaron la forma de pensar
Algunas de las evidencias que cada una de estas mujeres aplicaban en su trabajo diario y que han transmitido llegando a crear escuelas, son básicas como:
- El niño es constructor de su propio conocimiento.
- La función del adulto es de guiar, acompañar.
- Adaptar el ambiente para que el niño descubra por sí mismo.
- La necesidad de apego y de autonomía en los niños.
- La importancia de la educación emocional desde el nacimiento.
- Los períodos sensitivos en los niños.
- Movimiento en libertad. Confianza y seguridad.
- Mucho contacto físico.
- Respeto a la naturaleza.
El trabajo de estas potentes mujeres es extenso. Quizás como madre-padre o educador-profesional te suene o quizá no. Para mí hoy sería un placer que al leer este post nazca la curiosidad de ir más allá de lo que crees saber.

Elementos para enriquecer el acompañamiento musical
A la hora de poner en práctica toda esta teoría lo único que cambia es mi actitud frente a los peques y sus cuidadores. Mi papel en cada taller es de proponer un ambiente donde se produzca el encuentro fiel y que a través de la música se afiance el vínculo. Para mí la música es la excusa.
Además de la música, en una sesión con bebés se pueden introducir elementos nuevos que va a enriquecer el encuentro:
JUEGO: Es imprescindible que la sesión gire en torno al juego pero no al juego infantil, sino al juego como concepto. Disfrutar de la sesión, reírse, imaginar, crear… Aspectos no exclusivos del niñx sino también del adulto, por lo que se espera de él su implicación y entrega.
TEXTURAS: El bebé descubre a través de los sentidos. Disponer de un amplio surtido de elementos con diferentes texturas va a atraer la curiosidad del bebé. En mi cesta de tesoros musicales encuentras madera, cuerda, metal, plástico…
PSICOMOTRICIDAD: Disponer de un espacio que invite al movimiento libre, guiados por unas pautas que entran en el juego. Sin forzar, donde el adulto en todo caso repite la directriz y acompaña al bebé. En mis sesiones procuro que la psicomotricidad esté presente intruduciendo aros, pelotas, pañuelos, globos…
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Jo, cuanto más leo más me resuena.
Enhorabuena por hilar una reflexión así, que no es fácil poner en paralelo , o en sincronía, el ser transformado del que se convierte en padre/madre y lo que se trae encima como profesional. Enhorabuena y mucho éxito!
La verdad que ser madre me ha cambiado la perspectiva de muchas cosas, hasta me he llegado a cuestionar mucha psicología que aprendí en la carrera y que ponía en práctica ciegamente. Gracias por tu comentario!
Resueno con tu punto de vista, Ana. Acompañar y facilitar el vínculo, empleando la música como excusa, y como medio que conecta las almas profundamente. Gracias por tu compartir
gracias por tu comentario! 🙂