Cuando estás al frente de un grupo de papis y mamis y sus bebés, lo primero que hay que preguntarse es ¿qué es lo que se pretende conseguir? Este post está indicado sobre todo a aquellxs profesionales que empiezan su aventura acompañando a familias en la musicoterapia perinatal.
El objetivo es el vínculo
Durante mi experiencia con este tipo de talleres o sesiones, he tenido de todo tipo: Sesiones semanales con grupos homogéneos, sesiones puntales con grupos mixtos, talleres mensuales con bebés y no tan bebés… Al final te das cuenta de que lo importante es lo que se crea en cada taller, no la sesión en sí.
Cuando te metes en este mundo de talleres o sesiones con padres, madres, cuidadores y peques, antes que nada hay que tener muy claro que el objetivo principal va a ser fortalecer el vínculo entre ellxs. Normalmente son familias que acuden a estos talleres con el fin de pasar un rato agradable con sus bebés.
Todxs sabemos los beneficios que aporta la música al desarrollo del bebé y eso es una motivación muy grande para padres y madres. Esa motivación es la que hace que se apunten y participen de este tipo de actividades, pero detrás de todo eso hay una motivación mayor, que es disfrutar de un tiempo de calidad con su hijx.
¿Cómo acompañar para fomentar el vínculo?
Una vez que tenemos claro que lo más importante de hacer este tipo de talleres es el vínculo ahora hay que potenciarlo. De nada sirve currarnos una súper sesión llena de juegos y actividades si al final el bebé va por un lado y los cuidadores por otro.
Así que hay que tener en cuenta estos factores:
- Cada actividad que llevemos a cabo está orientada a que se haga en conjunto. Es decir, si tenemos pensado hacer un juego con globos y música, no es para que el peque se ponga a bailar solo con el globo mientras el padre o la madre mira a su hijo jugar. El globo pasa a ser un objeto vinculante. Por lo que la actividad va a requerir de los dos participantes. Para ello podemos animar a los cuidadores a que participen activamente o introducir variaciones en la dinámica del juego que haga que el papel de los cuidadores sea menos pasivo. Existen también instrumentos musicales y objetos que pueden usarse con la ayuda de otra persona. Aquí dejo la creatividad de cada profesional a su libertad. Por ejemplo esta pandereta que puede cogerse por dos lados y hacerla sonar en conjunto.
Pandereta doble. Foto extraída de www.megamusic.es - El contacto físico. Dedicar unos minutos al contacto físico potencia el vínculo. Es algo muy claro. En las sesiones podemos permitir minutos para el contacto, piel con piel. Como por ejemplo un masaje musical. En las sesiones con bebés menores de un año todo gira en torno a esto.
- Un solo cuidador por niñx. Seguramente nos encontremos con la situación de que quieren participar el papá y la mamá en la actividad (o la mamá y la mamá, o el papá y el papá, o la mamá y la yaya, o el papá y la tía,… que familias hay de todo tipo!). Lo que yo suelo hacer es permitir que participen ambos en la primera sesión para que conozcan el funcionamiento y se lleven una impresión conjunta. Pero les indico que es preferible que acuda solo un adulto por bebé ya que la atención del peque no se divide,sino que se centra en ese cuidador. Así que normalmente, lo que finalmente sucede es que se van turnando, una semana unx y otra semana otrx.
Así que si es la primera vez que te pones al frente de estos talleres, no te vuelvas loco preparando actividades para lxs niñxs. Que no se te olvide que acude un adulto, y que ese adulto es una persona que ama a su bebé. Que quiere compartir 45 minutos o una hora plenamente al disfrute. Teniendo esto en cuenta, al final todo fluye. ¡Las familias son tan generosas!
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